La
debilidad de la economía estadounidense, acentuada por un alto desempleo y la
crisis en Europa, es el principal enemigo de las aspiraciones de reelección el
presidente Barack Obama y el argumento que domina las críticas republicanas a
su gestión.
Estados Unidos, ha dejado atrás los momentos más complicados de la crisis, a diferencia de Europa, y su economía crece, pero lentamente y permanece como la mayor preocupación entre los votantes, según coinciden todos los sondeos.
Estados Unidos, ha dejado atrás los momentos más complicados de la crisis, a diferencia de Europa, y su economía crece, pero lentamente y permanece como la mayor preocupación entre los votantes, según coinciden todos los sondeos.
"Para muchos estadounidenses parece que aún estemos en recesión", porque el desempleo continúa siendo elevado (8,3 %) y hay un gran número de ejecuciones hipotecarias, argumentó a Efe Mark Weisbrot, codirector del Centro para
La lenta recuperación económica, "sea o no culpa del presidente, reduce sus posibilidades" de ser reelegido, en opinión de Stephen Johnson, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales
(CSIS).
Sin embargo, quedan dos meses para las elecciones del 6 de noviembre y si en ese tiempo hay "indicadores positivos", como una tajada de la tasa de desempleo o un aumento del gasto de los consumidores, el presidente puede echar mano de ellos para afirmar que la economía va en la dirección correcta.
Así lo considera Thomas Schwartz, profesor de Ciencias Políticas de
El mandatario es consciente de que su reelección está estrechamente ligada a la recuperación económica del país, que a su vez depende de la evolución de la situación en Europa.