El
más común de todos los hombres, y el más conocido, es el Punto G. La zona de la
próstata, la glándula que se encuentra debajo de la vejiga. Sin embargo, hay
otras alternativas para que los del sexo masculino disfruten al máximo de su
sexualidad durante el coito.
El Punto F.
Se
trata del frenillo. Con estimular esa parte de abajo del pene, en la franja
estrecha de piel, se logra un enorme potencial de placer.
El punto O.
Según
el sexo tántrico, frotar el cóccix del hombre desata su kundalini o energía
sexual. Ese espacio en forma de O en la base de su columna vertebral está lleno
de nervios conectados con su pene, y acariciarlo puede despertar la libido.
Su punto X.
La
línea del centro de su trasero, junto con los pliegues donde cada glúteo se une
con el muslo, más el pliegue del interior de sus muslos, forman una X. Este
punto es excitante porque abarca la zona del ano, el perineo y los testículos
sin tocarlos directamente.
El punto C.
Es
de conocimiento masivo que la oreja es una zona erótica, pero te sorprenderá
descubrir lo poderosamente excitante que es esta pequeña parte del cuerpo. El
lugar más hot de la oreja es el cartílago. Esa forma de C tiene los grupos más
grandes de terminaciones nerviosas.
Su punto W.
Si
mueves tu dedo como una serpiente a través de su pecho crearás un camino de
placer que forma una W. Allí la piel es más fina y sensible que en el resto de
su pecho.
Su punto 8.
Con
los dedos debajo del pene, donde éste se une con el escroto, se debe dibujar
lentamente un anillo con tu dedo alrededor de la base de su pene, luego formar
otro aro alrededor de su escroto, y así se crea la forma del 8.
Su punto R.
Los
testículos de los hombres son muy sensibles, pero hay una zona especial en
ellos que puede ser más intensa que el resto: el Rafe, esa fina costura de piel
que corre por el centro del escroto, de arriba abajo, repleta de terminaciones
nerviosas.