Se sabe que las dificultades para dormir pueden tener un efecto psicológico negativo que es inmediato, como por ejemplo el estrés, la irritabilidad y ansiedad.
Pero ahora una nueva investigación en Estados Unidos encontró que la falta de sueño también puede causar daños a más largo plazo.
Según el estudio presentado en la conferencia anual de la Academia Estadounidense de Neurología, que se celebra en Nueva Orleans, la cantidad y calidad de sueño que obtenemos cada noche puede tener un impacto en la memoria y el riesgo de enfermedad de Alzheimer más tarde en la vida.
Los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, siguieron a 100 personas durante dos semanas para medir cómo y cuánto dormían.
Al final del estudio encontraron que 25% de los participantes mostraban signos de los dañinos depósitos de proteína -las placas de beta-amiloide- en el cerebro que, se cree, son un signo previo a la aparición de Alzheime.