Con relación a las nominaciones de los premios Casandra, muchas agrupaciones del Cibao pertenecientes al renglón típico, se quedaron como perico en la estaca. Muchos alardeaban de ser los más torotontón y los más pegados, pero a la hora de la verdad, no tuvieron más que conformarse con su pañito limpia mocos.
En esta etapa es que se decide y se sabe quien es quien, porque con la boca se pintan muchos pajaritos de colores, pero a la hora de los resultados la cosa se pone color de hormiga.
Recordarle a esos grupos que por ahí vienen más años, solo hay que dejar de lloriquear y fajarse a trabajar.