12 ene 2012

Liberan hispano luego de 20 años por crimen que no cometió



Las prácticas policiales de interrogación en todo Estados Unidos deben reexaminarse escrupulosamente para que no lleven a confesiones falsas, acentúa el Centro de Condenas Erróneas de Illinois.

El comentario viene después de que el 6 de enero uno de los clientes del Centro, Juan Rivera, condenado a cadena perpetua saliera en libertad tras ser comprobada su inocencia. El hispano, actualmente de 39 años de edad, pasó detrás de las rejas la mitad de su vida.


Fue detenido en 1992 cuando tenía 19 años por presunta violación y asesinato de una niña de 11 años. En tres ocasiones posteriores, en 1993, en 1998 y en 2009, los respectivos jurados lo declararon culpable. La situación cambió cuando las nuevas pruebas de ADN a través de tecnologías avanzadas lograron probar que Rivera no podía ser el violador de la niña.

El pasado 9 de diciembre la Corte de Apelaciones de Illinois sentenció que no se puede declarar culpable a una persona basándose solo en la confesión que hizo. A pesar de que la Fiscalía reclamaba que el joven había dado detalles que solo el asesino podría conocer, el análisis de las grabaciones demostró que durante las interrogaciones los agentes hacían preguntas que insinuaban las respuestas. La Corte concluyó que las pruebas contra Rivera eran “insuficientes” y anuló la sentencia, calificándola como “injustificada e insostenible”.