Luego de ver varias películas dominicanas he llegado a la conclusión que nunca pasarán del patio por lo mal depuradas que muchas están, porque cualquier persona se cree un director de cine.
Para mala suerte, nuestras películas deben ser depuradas urgentemente, ya que los supuestos directores dominicanos creen que al incluir dos o tres comediante de La Opción de las 12 ó Titirimundati acabarán en las taquillas.
El séptimo arte no solo es hacer moriquetas en una pantalla, sino regirse por un guión totalmente depurado y con actores de primera, no gallos locos aprendices.