La ciudad de Santiago está arropada de basura pero se supone que no se trata por la indolencia del alcalde Gilberto Serulle, como él decía cuando el síndico era el reformista José Enrique Sued.
La promesa de Serulle de "derrotar" la basura con "la fuerza del pueblo" ha sido un fracaso total. Según Gilberto, antes había mucha basura por "la indolencia" de Sued y porque el dinero del pueblo "se iba en corrupción", pero ahora las calles lucen más sucias, llenas de basura y más abandonadas que antes.
¿Será por la indolencia de Serulle y porque el dinero del pueblo se va entre las uñas de los funcionarios de la Alcaldía ?. No hay dudas de que una cosa es con guitarra y otra con violín.