Una docena de niños recibe el pan de la enseñanza en una casucha de madera, con techo de zinc, piso de tierra, sin ventanas, ni luz y sin baños, y como si fuera poco, en tiempos de lluvia, es imposible impartir docencia. Ese deprimente panorama ocurre, pese al empeño de una profesora que ha hecho del magisterio un verdadero sacerdocio y se preocupa porque reciban clases de buena calidad, por encima de las dificultades. La Escuela Básica Jiminillo está ubicada próxima a la entrada del municipio Cotuí, provincia Sánchez Ramírez, en un solar gestionado por la directora y única profesora del centro, en medio de un camino vecinal por donde no puede transitar cualquier vehículo. En la escuela se imparten clases para primero, segundo, cuarto y sexto curso de la primaria, todos juntos y con una sola pizarra; con 44 butacas y seis mesas. A la tanda matutina asisten nueve niños y a la vespertina tres. La profesora Damarys Antonia Pepín narró a DominicanosHoy.com que la escuelita se hizo por gestión suya y dio gracias a un hacendado de la zona que cedió los terrenos para la construcción de la casucha. Seguir Leyendo →