Durmiendo
en una destartalada cama, con cuatro blocks de soporte y la gotera cayéndole
encima y sin baño, vive sus 111 años, Paula Caraballo, quien pidió ayuda al
gobierno y aún no van en su auxilio en la comunidad de El 15, carretera Hato
Mayor-Sabana de la Mar.
“Que
venga la gente del gobierno o cualquier samaritano de noble corazón a cambiarme
esta cama, que no tiene patas, solo cuatro blocks la soportan; estoy terminando
de vivir mis años como una pordiosera, por no poder valerme, mis hijos lo han
dado todo, pero son tan pobres como yo”, dijo entre sollozos y las lágrimas
corriendo por sus mejillas, la atribulada mujer.
En
la casa no hay sillas para sentarse, por lo que sus hijas tienen que esquinarse
a los borde de la cama o sentarse en el suelo para ingerir los alimentos y
descansar.
Dijo
que pidió una ayuda, por varios medios de comunicación, pero la gente de
Comunidad de Digna se presentó con seis planchas de zinc, cuatro plafones y un
chin de cemento y abandonaron los trabajos y que ahora llueve adentro y escampa
afuera en su humilde hogar.