Aunque
resulte insólito el extraño comportamiento de burro terminó siendo clave para
resolver el crimen de un hombre y codenar a los asesinos, entre los que se
encontraba su esposa. El sorprendente caso ocurrió en la provincia de Córdoba,
Argentina. Según definió la
Justicia , Norma del Valle “Pequi” Avellaneda -la mujer del
asesinado- y su hermano José Luis mataron de un golpe en la cabeza a Ramón
Cáceres, de 82 años.
La víctima estaba casado en secreto con su mujer, a quien doblaba en edad. Sin embargo, aparentemente, ella vivía con otro hombre y visitaba ocasionalmente a su marido.
La víctima estaba casado en secreto con su mujer, a quien doblaba en edad. Sin embargo, aparentemente, ella vivía con otro hombre y visitaba ocasionalmente a su marido.
Ante esto, Cáceres le pidió el divorcio. Y ella, ante la posibilidad
de perder sustento económico, habría planeado el homicidio junto a su hermano.
Y así lo hicieron.
La prueba fundamental para esclarecer el hecho la aportó un testigo que, en la madrugada de los hechos, alertado por el rebuzno inusual de su burro, se asomó a la ventana de su casa para ver qué le ocurría al animal (pensando que se lo estaban robando) y ahí fue cuando vio pasar a su vecino en bicicleta, en un horario inusual. Razòn por la que había rebuznado el burro.
El horario le llamó la atención al vecino quien luego dio el dato que Cáceres había tomado un camino que llevaba directamente a la casa de su esposa.
El cadáver había sido arrojado a un pozo y el hombre estuvo muchos días desaparecido. Hasta que el dato aportado por el vecino cuyo burro había “alertado” el paso de la víctima, ayudó a resolver el caso. La mujer y su hermano fueron condenados a cadena perpetua.
La prueba fundamental para esclarecer el hecho la aportó un testigo que, en la madrugada de los hechos, alertado por el rebuzno inusual de su burro, se asomó a la ventana de su casa para ver qué le ocurría al animal (pensando que se lo estaban robando) y ahí fue cuando vio pasar a su vecino en bicicleta, en un horario inusual. Razòn por la que había rebuznado el burro.
El horario le llamó la atención al vecino quien luego dio el dato que Cáceres había tomado un camino que llevaba directamente a la casa de su esposa.
El cadáver había sido arrojado a un pozo y el hombre estuvo muchos días desaparecido. Hasta que el dato aportado por el vecino cuyo burro había “alertado” el paso de la víctima, ayudó a resolver el caso. La mujer y su hermano fueron condenados a cadena perpetua.