Por
esta ciudad han pasado personas nefastas, poco pulcras y de escasa sensibilidad
humana, pero como el actual síndico Gilberto Serulle nadie se compara en ese
cabildo.
El
hombre tiene a santiago vuelto una pocilga, ya que al parecer los recursos son
utilizados para otros fines, menos el de recoger la basura. Aunque muchos no quieran
reconocerlo, la alcaldía de Santiago está más en mala que ventorrillo de barrio.
Gilberto
Serulle ni con 10 años más de gestión realizará obras de gran importancia para
esta ciudad, cosas que el anterior síndico se preocupaba. "Salió pelón el pollito".