Un
equipo de investigadores de la
Universidad de South Wales (Australia) acaba de descubrir qué
características hacen que una mujer sea más atractiva para el sexo opuesto: ser
joven, alta y con brazos largos parece ser una gran ventaja a la hora de llamar
la atención de los caballeros de distintas culturas.
Los
resultados publicados en el Journal of Evolutionary Biology, fueron
consistentes con personas de diversos países, ya que los rasgos que hacen
atractivo a un cuerpo tienden a ser compartidos por hombres y mujeres de
culturas distintas.
Los
autores explicaron que los estudios clásicos de belleza clásicamente se basan
en la idea darwiniana de la selección natural, que plantea que una persona
elige al mejor compañero o compañera que las circunstancias le presentan.
Bajo
esta perspectiva los estudios se enfocaron en el torso, la cintura, los senos y
la cadera, como rasgos asociados inconcientemente al nivel de fertilidad.