Convencer a una familia para que done los órganos de un pariente decretado con muerte cerebral no es una tarea fácil, pero lograrlo es una labor que se hace cada vez menos trabajosa en el país, pese a que cinco años atrás era una misión casi imposible.
El doctor Jiomar Figueroa es quien dirige el Programa de Trasplante de Órganos y Tejidos del Hospital General de la Plaza de la Salud (HGPS), donde existe un personal que se entrenó en el extranjero para el abordaje de la familia de potenciales donantes.
Como trasplantólogo, valora el cambio positivo que se ha experimentado en el país al respecto, pero entiende que aún hay que trabajar mucho en educación y concienciación de las personas.
Revela que de 10 familias que son abordadas para solicitarles la donación deórganos de su pariente recién fallecido, todavía cinco o seis dicen que no, lo que implica que la tasa de negatividad es del 60 por ciento, y evidencia la necesidad de trabajar mucho en crear conciencia sobre la importancia de la donación.
El 85 por ciento de los trasplantes de riñón que practica ese hospital es fruto de donaciones hechas por familiares de donantes fallecidos, así como la totalidad de los 18 trasplantes de hígado que se han hecho.