1 mar 2012

Pregunta: ¿Por qué los hombres son tan infieles?



El Instituto Karolinska de Estocolmo realizó un estudio sobre la genética y la infidelidad, en el cual uno de los resultados muestra que una variante genética ligada al Alelo 334 puede ser un factor para que un hombre sea propenso a sucumbir en las arenas movedizas de la infidelidad.

Según esta investigación, los varones con esta variante genética -dos de cada cinco que participaron en el estudio- mantenían una relación menos estrecha con sus parejas.


Si un hombre que tiene novia o esposa es coqueto, alegre, simpático y caballeroso, sin importar si es bien parecido o no, y además, no repara en repartir frases de cariño, piropo y buenos deseos a las mujeres con las que convive, ¿implica que él es un experto en los terrenos del tercero en discordia? o sencillamente, ¿es muy sociable?

Hans Olvera, catedrático de la Universidad Iberoamericana, explica que la infidelidad está catalogada como el hecho de tener un vínculo secundario (de manera externa o sumado) a una relación de pareja que se asume como primaria, el cual tiene la particularidad de ser significativo, de tipo erótico, es decir, relativo al amor e interés sensual, por lo que no es una relación fraterna o de amistad.

Cariño, es una amiga

“Me gustan las altas y chaparritas, las flacas, las gordas y las chiquititas”, dice una frase de la canción El Aventurero, cuyo autor es Jesús Francisco Flores Pereyra, y quizá, sólo quizá, algún caballero se sienta identificado con ella, debido a su ‘buen corazón’ y su experiencia en la difícil materia de la valoración estética. Sin embargo, cuando se trata de marcar la diferencia entre admirar la hermosura e iniciar una relación, la línea no es ni tan delgada ni tan fina como se pudiera suponer.