A pesar del trabajo que han hecho Acción Callejera y otras instituciones en Santiago muchos niños continúan realizando trabajos en las vías públicas, actividades a las que se dedican desde las primeras horas de la mañana, hasta entrada las diez de la noche.
El problema es bastante grave porque además de que estos infantes pierden la oportunidad de acudir a la escuela que en su edad según la propia Constitución es obligatoria, se exponen al peligro que asecha a la sociedad en su conjunto en medio de la ola de violencia y criminalidad.



