Para nadie es un secreto que los institutos de idiomas y escuelas técnicas privadas están desapareciendo en cada rincón del país. Cada día se vuelven más escasas las ofertas formativas y, aunque muchos quieran negarlo, asistimos a una etapa de involución educativa que parece no importarle al gobierno ni a los congresistas.
¿Será porque se alimentan de la pobreza e ignorancia?
Es cierto que nuestro país atraviesa por una profunda crisis económica, pero era de esperarse un efecto contrario en los institutos y escuelas técnicas. Esta crisis debió haber motivado un boom en esos centros educativos con muchos jóvenes o trabajadores desempleados interesados en actualizar sus conocimientos, aprender una carrera técnica corta o idiomas.