Hay un funcionario del ayuntamiento de Santiago, que está en la mirilla del alcalde Gilberto Serulle, por todas las barrabasadas y las bellaquerías que está cometiendo. Fuentes llegadas a este portal le informaron que el funcionario en cuestión, es vigilado por el síndico, donde incluso fue movido de su cargo para que trabaje más de cerca con el síndico, para así poder vigilar sus pasos.
Lo malo de todo esto, es que Serulle conoce a la perfección todas las acciones y las malas mañas que este funcionario comete, pero no toma medidas para que las deje de hacer, debido a que un fuerte vínculo amistoso los une a ambos.
El cabildo de Santiago está convertido en excremento de camello, ya que sus cabecillas son los principales culpables de que hoy en día los fondos del ayuntamiento estén por el piso. Es como dice un viejo adagio, el corazón de la auyama solo lo conoce el cuchillo.