Por primera vez, las suscripciones de televisión por cable en EE.UU. sufrieron una caída. Era agosto de 2010 y los especialistas empezaban a hablar del fin de la televisión tal y como la conocíamos hasta ese momento.
La crisis económica impactó en las familias, que decidieron sacrificar -entre otras cosas-, las suscripciones al cable.
¿Están los nuevos servicios, vinculados a internet, dañando mortalmente a la televisión tradicional y, sobre todo, a los operadores de cable?