Luego de que el ministro de interior y policía se atreviera a disponer el cierre de 29 centros de diversión en Santiago, porque según ellos violaban el horario establecido, se ha armado el reperpero y los propietarios de dichos establecimientos están pataleando por no dejarse tirar abajo.
Aunque algunos centros de diversión se hayan excedido con el horario, consideramos que la cifra acribillada por interior y policía es bastante elevada para los establecimientos de Santiago.
Nuestros centros siempre han sido considerados como rabiza, donde estos pelafustanes aplican sus leyes por donde mas le conviene, sin importarle que la gran mayoría no estén ligados a este impase.


