Las lluvias de los últimos días han vuelto a inundar los barrios de las zonas bajas de esta ciudad, y de nuevo las autoridades se dedican a repartir raciones de alimentos y otras ayudas puntuales para cientos de familias.
Parece el cuento de nunca acabar, lo que ha motivado que personas de la comunidad y hacedores de opinión locales criticaran al Gobierno por poner en práctica las mismas medidas de siempre para auxiliar a los damnificados, sin un plan para resolver el problema de manera definitiva.
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