Al parecer para Omega el asunto de su visado estadounidense ha sido como un premio de lotería. Sí, porque el merenguero ha tomado tan en serio la cosa que aparentemente, por estar metido de cabeza en Nueva York ha ignorado casi por completo el mercado dominicano.
Algo que resulta muy peligroso, pues como se sabe así como la gente eleva a un artista de la misma manera lo olvida fácilmente. Lamentablemente por ese derrotero va Omega, de quien se dice supuestamente se habría casado con una ciudadana norteamericana para obtener residencia de EU.
No se concibe que un merenguero de calle en su mejor momento de estelaridad abandone su base de sustentación y se marche por tres meses sin que nada le importe a emprender una gira en el extranjero que por demás ha estado matizada por altibajos.
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