Hay actuaciones de políticos que dejan pasmada a la opinión pública. ¿Qué un afamado periodista y dirigente del PRD de la capital, que fue director de Información, Prensa y Publicidad de la Presidencia los cuatro años de Hipólito Mejía, ahora es director de Comunicaciones del Ayuntamiento socialista de Santiago? Eso pone a cualquiera a reflexionar.
¿El PRD y el alcalde socialista, Gilberto Serulle, no encontraron a nadie en Santiago para que ocupara esa posición? ¿Es tan atractiva la posición que ocupa González Fabra que provoca que se traslade de Santo Domingo a Santiago a desempeñarla?
¿No es eso denigrante para una figura de su dimensión en el periodismo y la política? Sin dudas, hay políticos que no resisten estar fuera de "las mieles del poder".