Hay un establecimiento de diversión en Santiago que está de capa caída, muchos le aseguran a este portal que la presencia de público ha disminuido de manera dantesca, debido a que la gente le teme a los altos precios de los diferentes licores que son ofrecidos en este prestigioso negocio.
Hace varios meses que en ese lugar no se presenta un artista de renombre, de esos denominados bueyes, aquellos que halando gente a sus fiestas son incomparables.
Ahora son presentadas muchas estrategias y novedades para tratar de que sus antiguos clientes regresen a divertirse en su “casa”, pero ya todo el mundo conoce esos anzuelos de plata y nadie quiere ser enganchado por sus punzantes curvas, ni mucho menos de sus dagas afiladas. Siempre recuerdo los consejos de mi padre, donde me reiteraba que los tiempos buenos se aprovechaban y se amarraban con el nudo del perro, pero al parecer esto fue lo que le faltó a este prestigioso negocio del Cibao.
