
Más de 60 empleados pertenecientes a la inexistente Cámara Contenciosa de la Junta Central han quedado en el “limbo” con la desaparición de ese tribunal lo que ha generado preocupación e incertidumbre entre estos servidores.
Aunque el nuevo presidente de la JCE Roberto Rosario Márquez ha expresado que no pretende realizar cancelaciones en el organismo se da por seguro que estas personas serán cesanteadas automáticamente debido a su infuncionabilidad. La mayoría de los abogados y ayudantes de los magistrados salientes han preferido abandonar sus cargos mientras que otros han decidido esperar la suerte que han de correr.