23 jun 2010

Le quieren meter las entradas por los ojos

Muchos establecimientos de diversión tienen un afán desmedido en cuanto a sus entradas. Se mandan hacer un sin número de boletas, las cuales son llamadas pases de cortesía, las cuales son ofertadas por doquier al público en general. En días pasados fuimos partícipes en realizar una publicación en cuanto a Robert Liriano y su “Unik Band” donde lo criticábamos porque sus boletas eran ofrecidas con mucha facilidad a cualquier persona que estuviera intensada en asistir a dicha actividad y que ponía así en la cuerda floja su popularidad, pero el día de ayer nos dimos cuenta que la culpa no era de Robert Liriano, sino del establecimiento.


Una persona la cual nos reservaremos su nombre, nos ofreció una gran cantidad de boletas para asistir a “Los años Dorados del Merengue” con el objetivo que éstas las rifáramos por nuestro medio, pero luego de tenerlas en nuestras manos llegamos a la conclusión que en su desespero de halar más gente, este método solo le convenía al negocio. Muchas de las veces los pases de cortesías son beneficiosos hasta cierto punto, pero cuando se utilizan en forma ávida, daña y les crea a los seguidores una mala imagen del negocio.