Los estudiantes de la escuela La Nueva Esperanza de este municipio llevan 12 años recibiendo docencia en una enramada o rancheta, donde en horas de la noche se practica la prostitución y hasta se vende drogas. La letrina, donde los estudiantes hacen sus necesidades fisiológicas, tiene un hundimiento de tierra, a través del cual puede verse claramente las heces fecales, y el hedor que sale; no permite trabajar a ninguna hora del día. Por el hueco de la letrina, producto del hundimiento, cualquier niño cae fácilmente al hoyo. Los alumnos que asisten al centro provienen de los barrios José Francisco Peña Gómez y la Unión, los más cercanos a la escuela. También en tiempos de lluvias, las autoridades escolares suspenden la docencia, debido a que llueve dentro y escampa fuera. Además, los antisociales lidian con los estudiantes, porque la rancheta no cuenta con ninguna protección. Eric Mármol, profesor de la escuela, explicó a DominicanosHoy.com que el ministro de Educación, Melanio Paredes, fue enterado de todo a mediados del 2009, cuando acudió a Mao para inaugurar la Escuela Pedro Henríquez Ureña.Leer el resto del contenido →
