Parece que Anthony Santos tiene muy claro lo que es negocio del espectáculo y sus colaterales, y por ello le va tan bien, tanto en su carrera musical como en sus empresas. Ya es proverbial la manera en que administra su figura, por lo que eleva su tarifa y hoy es la propuesta bailable más cara del mercado dominicano, tanto para consumo interno como para exportación. Solo Juan Luis Guerra está en condiciones de superar las exigencias monetarias de El Mayimbe de la Bachata. Pero Santos también es exigente en extremo con relación al sonido y la estructura musical de su agrupación, y aunque abundan las grabaciones en directo de sus actuaciones, o como llaman algunos “en vivo”, ello le disminuye muy poco. En efecto, el Bachatú siempre innova en sus selecciones, y por eso no se parece a nadie al escucharle, aún muchos traten de imitar su sonido. Incluso, músicos experimentados, como Crispín Fernández, resaltan la consistencia de la agrupación de Anthony, que al tocar merengue saca un sonido tan lleno que ningún otro conjunto especializado en bachata es capaz ni siquiera de aproximársele. Leer Más en Josephcaceres.net →
